Ahorrar en comida sin renunciar a la calidad

Los precios parecen que los han importado de esos países a los que íbamos de vacaciones, cuando se podía, pero no parecen ni de lejos precios en consonancia con los sueldos y el pago de impuestos de nuestro país. ¿Cómo ir a hacer la compra y no volver con la cesta o la cartera vacías? ¿Cómo mantener una alimentación saludable a pesar de la inflación?

No podemos alimentarnos solo de comida precocinada y patatas fritas, y nuestra salud se puede resentir.

En estos tiempos de adaptación permanente lo único que nos queda es tomarlo con humor, aprovechar los descuentos de los supermercados y aprender a hacer una compra selecta e inteligente. Aquí van unos consejos con los que podremos seguir alimentándonos correctamente con el menor dolor del bolsillo.

• Tarjetas de fidelización. Los distintos supermercados suelen ofrecer a sus clientes tarjetas con las que ahorrar en las compras, obtener puntos canjeables por otros productos o incluso participar en sorteos de cestas gratuitas. Cada cual tiene su sistema de funcionamiento, pero conviene tenerlas y usarlas para ahorrar. ¡A final de mes se nota!
• Aprovecha las ofertas. Por ejemplo, aunque viváis solos, si veis una oferta de filetes de lomo tamaño familiar a un precio conveniente, llevárosla. Cuando lleguéis a casa guardais los filetes en distintas bolsas de congelación y ya tenéis carne para un tiempo. Los 2x1 y los formatos grandes pueden ser grandes aliados a la hora de hacer la compra. Un consejo a la hora de congelar: escribid el contenido y la fecha en la bolsa del congelado.
• Congelados. Hablando de congelados, ¡son una excelente opción para ahorrar! Desde verduras a carnes o pescados, la variedad es amplia y para todos los gustos. Son productos que están más baratos, las técnicas de congelación han mejorado y los productos que adquirimos no pierden en contenido nutricional, así que apostad por ellos.
• Marcas blancas. Si antes eran aconsejables, ahora más. Escoger la marca que nos ofrece nuestro supermercado de confianza nos hará ahorrar. Los expertos dicen, de hecho, que el ahorro puede estar en un 40%, y eso es mucho.  
• Producto de temporada. Si no queréis renunciar a una buena alimentación y adquirir alimentos frescos, elegir productos de temporada es una buena decisión. Si es invierno: alcachofas y coles de todo tipo; si es verano: pimientos, pepinos o calabacines, por ejemplo.
• No tirar nada. Otra forma de ahorrar es la de ir usando los productos que tenemos antes de que se estropeen y tengamos que tirarlos. Basta un poco de organización y notaremos la diferencia.
• Hacer una lista y comparar precios. Apuntar lo que se necesita en una libreta, y también lo que podría venirnos bien pero sin urgencia es muy útil. Cuando vayamos a la compra, además de atenernos a lo que tenemos en la lista podemos anotar los precios. Si vamos a otro supermercado podremos llevarnos la libreta y cotejar los precios. Poco a poco aprenderemos a sacar mayor provecho del presupuesto para hacer la compra. Dicen que esta técnica nos puede llevar a ahorrar un 10%. Tomémoslo como un nuevo deporte, ¡esperemos no llegue a ser olímpico!
• Mejor entre semana. La mayor parte de la gente elige el fin de semana para hacer la compra, pero justamente son los días donde los precios son más altos. Intentar organizarse para ir un martes o miércoles supondrá ahorrar unos céntimos.   

Estos son solo algunos de los consejos; posiblemente vosotros tengáis vuestros truquitos para hacer la compra. No dejéis de cuidaros. La salud es lo más importante y para ello una alimentación equilibrada es crucial. Lo demás, pasará, como todo.