Huevos en salsa de tomate casera natural
- 400 ml de salsa de tomate casera natural
- 4 huevos
- De 2-4 gotas de salsa de tabasco
- Añade la salsa de tomate a una sartén, junto con un chorrito de agua. A medio fuego, deja que hierva.
- Separa las yemas de las claras y añade estas últimas a la salsa cuando esté caliente, este es el truco para que queden brillantes y líquidas. Tapa la sartén para acelerar el proceso de cocción
- Añade las yemas lo más centradas posible en la clara cuando esten apunto de cuajar.
- Cocina 5 minutos más, sin dejar que la yema se cueza en exceso. ¡A disfrutar!
CONSEJO: cuando tengas prisa, puedes cascar los huevos camperos directamente en la salsa, sin necesidad de separar las yemas. Esta receta no necesita sal.
QUIERES COCINAR FÁCIL Y RICO TODOS LOS DÍAS
La importancia de planificar con antelación en la cocina queda demostrada en esta receta. Si un día cualquiera quisiéramos hacernos un desayuno saludable sin tiempo y posiblemente cansados, con mucha probabilidad no disfrutaríamos de estos huevos. Pero, tener platos básicos en la nevera nos permite jugar y combinar alimentos en poco tiempo. Como la salsa de tomate casera que puedes ver aquí.
Por otra parte, tener la despensa llena, en su mayoría, de alimentos nutritivos y de comida real también ayuda. ¿Quieres consejos para para hacer una compra inteligente? . Los huevos no deben faltar en tu nevera.
El huevo es un alimento de alto valor biológico que nos permite comer sano en cualquiera de sus versiones: a la plancha, cocido, revuelto, escalfado... Son fáciles de preparar y llenos de nutrientes, los mejores siempre serán los huevos procedentes de gallinas criados en libertad. En España corresponden al código 0 y 1. En México y otros países tienen un sello "Cage free".
En mi país, México, los huevos rancheros son un clásico para desayunar. Se preparan con tortilla de maíz mexicana, normalmente frita en aceite, con huevos estrellados (fritos) y se sirven encima de la tortilla, para después regarlos con una salsa picante hecha con tomate. ¡Espectaculares! La receta que preparo hoy es una versión más "light" al no llevar la tortilla de maíz. Dicho esto, es ideal para dietas "low carb" o dietas cetogénicas".
Usé la salsa de tomate que tengo siempre en mi nevera, y para darle el toque picante usé unas gotas de salsa Tabasco que se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado. Otras ideas para darle ese picor, si vives fuera de México, es usar chiles chipotles y guindillas. Con poner un par de chiles en la salsa cuando se hierve el tomate es más que suficiente. Aunque claro, todo depende de la tolerancia que tengas al picante.
Si quieres hacer esta receta para desayunar debes saber que es bastante saciante, perfecto para los días más intensos de actividad. Te recomiendo que la hagas, y verás que no te defraudará. Es como si desayunaras en un restaurante con estrellas Michelín, aunque también puedes hacerla para la comida o para la cena.
A todos lo que se preguntan cómo conseguí que las yemas salgan brillantes y líquidas, lo explico en la receta. Espero que la disfrutes tanto como yo.
PERO... ¿EL PICANTE ES SALUDABLE?
El picante tiene una molécula muy beneficiosa para la salud: la Capsaicina. Es la responsable de la sensación de ardor que denominamos picante. Aunque es cierto que muchas personas no toleran esta sustancia porque tienen reflujo o gastritis –y puede irritar las mucosas si se usa en exceso–, la Capsaicina tiene efectos beneficiosos sobre nuestro organismo si se consume adecuadamente:
1. Regula las secreciones gástricas y favorece la digestión.
2. Favorece la regulación del metabolismo basal y control energético. Aumenta la temperatura corporal una vez consumido.
3. Reduce el dolor crónico en persona con nervios dañados, incluso hay pomadas analgésicas que contienen está molécula.
4. Regula la temperatura corporal. Al sudar nuestro cuerpo se enfría, es por eso que se consume en países cálidos como México y la India.
5. A nivel culinario, ayuda a reducir la ingesta de sodio porque aporta sabor a los alimentos y se utiliza como conservante, tiene propiedades antimicrobianas y antifúngicas lo que permite alargar la vida de los alimentos cocinados.
La sensación picante se debe al potasio que segregamos en las papilas gustativas. Por eso, cuanta más concentración más picante sentiremos. El primer bocado podemos tolerarlo pero a medida que comemos va aumentando esta sensación de picor. Una buena forma de contrarrestarlo es con sodio. Un buen remedio es hacer buches de sal para aliviar el picor.
Ahora ya lo sabes, si no padeces de problemas digestivos y lo usas adecuadamente, ¡comer picante puede ser muy saludable! PAOLA
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