Niños sanos, adultos sano
6 Consejos para prevenir el sobrepeso en niños
La obesidad infantil va en aumento, es una realidad que no podemos ignorar. Aquí tienes 6 consejos para empezar a modificar los hábitos de tus hijos para qué crezcan sanos y felices.
El sobrepeso y obesidad no son problemas aislados, por el contrario, es algo cada vez más evidente y que se extiende en todo el mundo. Tan alarmante es la situación, que tan solo en España, 23,2% de los niños en edades comprendidas de los 6 a 9 años, con rentas inferiores a 18,000 € anuales, sufren de obesidad , según el estudio ALADINO 2019.
El 88,6% de los padres de escolares con sobrepeso no lo perciben como tal. La cifra se sitúa en un 42,7% cuando se trata de obesidad y en el 19,1% cuando el niño o niña sufre obesidad severa. Cifras alarmantes que, sin ninguna intervención de nuestra parte, esto irá a más. Por supuesto que ningún padre quiere ver a sus hijos con problemas de salud, sin embargo, el desconocimiento muchas veces es el principal culpable.
Recordemos que los niños aprenden del ejemplo, si en casa llevamos una alimentación saludable, nos ejercitamos y seguimos algunas pautas sencillas, este es un problema que se puede prevenir, y con esto, todos los daños a la salud que el sobrepeso conlleva. ¿Qué hacer? He preparado algunos consejos que como padres se pueden seguir en casa y por supuesto, cocinar es parte de la solución en vez de entregar la salud de nuestra familia a ultraprocesados.
Ideas para evitar el sobrepeso en niños
1. Ofrece desayunos realmente saludables, no comida chatarra
La mejor forma de iniciar el día es con un desayuno adecuado. En realidad se trata de desterrar los cereales azucarados, los zumos concentrados y la bollería. Así de simple. Tratar de ofrecer a tu hijo alimentos de la naturaleza que tenga densidad nutricional. Una porción de fruta, una de carbohidratos, proteína y fuente de grasa saludable no deberían faltar. Lo natural, la comida real, siempre será la mejor opción.
Además, si el problema es que tu peque no acepta con facilidad las comidas, puedes inventar un poco para servir algo divertido, sano y delicioso. Aquí en La Cocina Sana puedes encontrar muchas recetas de desayunos que te sacarán de apuros.
2. La comida (dulces) no debe ser un premio
Es muy común ver a padres utilizar la comida (los postres) para lograr que el niño haga algo, ese es el incentivo “Si comes toda tu cena puedes comer un helado después”. Y sabemos lo difícil que puede ser que los niños obedezcan, pero la realidad es que se crea una mala dinámica, y los niños aprenden hábitos poco saludables.
Como madre sé que es muy difícil lograr un equilibrio y fomentar comer bien sin recompensas de dulce. Si te ves tentado en premiar un postre poco saludable para que se termine el plato que no quiere. Te recomiendo que para empezar sustituyas estos incentivos alimenticios por actividades lúdicas: ver una película, leer un libro, salir al parque o dar un paseo en bicicleta. Sin embargo, obligar a un niño a terminarse la comida saludable a la larga tiene efectos negativos. Termina aborreciendo lo que queremos fomentar ¿Y quién quiere que tu hijo sea un adulto con malos hábitos alimenticios? Es mejor construir hábitos más lentamente, educar en nutrición a su ritmo, alentar a probar comida nueva, no desistir en ofrecer alimentos saludables.
3. Establece horarios para las comidas familiares
Comer a deshoras no es recomendable. O comer a todas horas. Si el niño no come bien a la hora de la comida seguramente tendrá hambre pasadas unas horas. Las meriendas son la excusa perfecta para comer ultraprocesados y abrir los límites de comer mal. Esta dinámica crea un círculo vicioso difícil de romper, cuando llega a hora de la cena, podría no tener hambre. Establecer horarios para las comidas del día es uno de los hábitos más saludables que puedes inculcar a tus hijos. Además, para la dinámica familiar no hay nada mejor que compartir todos en la mesa una rica comida, en un ambiente agradable y sin tensiones. No olvides que los niños aprenden con el ejemplo, si sirves en los platos de todos una comida sana con verduras, y ellos ven como la comes y disfrutas, se sentirán motivados a hacerlo también. ¿Te faltan opciones de meriendas saludables? Aquí en La Cocina Sana tengo un post lleno de meriendas fáciles y nutritivas para pequeños y grandes.
4. Agua, agua y más agua
Si desde pequeños enseñamos a los niños a tomar agua, a acompañar las comidas con agua y disfrutarla durante el día, estarás sentado las bases de una vida más sana. Los zumos de frutas concentrados, envasados y azucarados no son la peor opción: son innecesarios y entorpecen cualquier intento de educación alimentaria. El exceso de azúcar no hará que disfrute una pieza de brócoli, por ejemplo. Para hidratarnos necesitamos agua. Los zumos deben ser algo ocasional. Podrías comprar una botella con su personaje favorito para incentivarlo a tomar.
Además, para variar podrías darle sabor al agua con frutas a modo de infusión. Por ejemplo, trozos de fresa, arándanos, rodajas de limón y naranja. Así podrás darle un toque de sabor al agua sin agregar nada dañino a sus bebidas.
5. Menos tiempo en las pantallas y más ejercicio
El sedentarismo no solo es cuestión de los adultos, los niños también se ven afectados por este problema de exceso de tecnología. Uno de los efectos de la pandemia incrementó el uso de aparatos electrónicos, ante la imposibilidad de que los niños estuvieran en las escuelas, fueran al parque o simplemente salieran de casa, las pantallas de móviles, tablets o la tv se volvieron la solución. Sin embargo, expertos recomiendan que el tiempo en estos dispositivos no supere los 60 minutos al día.
Incentivar a los niños a realizar al menos una hora o más de actividad física diaria es clave para su salud y desarrollo. Anímalos a salir a jugar al jardín, al parque, a correr, a moverse. Y si puedes unirte a ellos, muchísimo mejor.
6. Las frutas, el mejor snack
Las frutas son los dulces de la naturaleza. El exceso de azúcares nos ha modificado el paladar y los niños son poco receptivos a las texturas y sabor de las frutas de temporada. Si no ofreces fruta, ¿Cómo serán capaces de aprender a comerla? Aprovecha las que están de estación y utilízalas como bocadillos de media mañana y media tarde. Las frutas son fuente de vitamina, minerales, fibra y antioxidantes, aportan energía y múltiples nutrientes. Frutas como el plátano, manzana, kiwis, naranja, uva, fresas, piña, sandía… son muchísimas las opciones. Nunca deben faltar por lo menos 3 piezas diarias.
Por supuesto que algunas veces pueden comer otros bocadillos, pero las frutas siempre serán la principal alternativa. ¿Qué pasa con las galletas, bizcochos…? Nada, solo deben ser algo ocasional aunque sean caseras. Para prepararlas en casa, lo mejor es cambiar su composición nutricional para lograr versiones realmente sanas. Por ejemplo, dentro de nuestras recetas encontrarás unos deliciosos donuts saludables sin azúcar, o unas galletas de avena, plátano y chocolate que serán las favoritas de los pequeños. Además, en este post te recomendamos 14 opciones de meriendas sanas para niños.
Todo comienza en casa, en tu cocina. La responsabilidad de la educación nutricional está en tus manos y no delegar esta tarea a terceras personas o al comedor del colegio. ¿Qué vas hacer después de leer este post? ¿Dejarás que tu hijo esté dentro del porcentaje de niños obesos y que tenga una relación mala con la comida? ¿O Empezarás a poner medios para educar en hábitos alimenticios saludables? Si no estás convencido, te dejo este post. 5 poderosas razones para que tus hijos merienden mejor.
Si necesitas ayuda para reconducir la alimentación de tus hijos, puedes escribirme a paola@lacocinasana.com
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