Las dietas restrictivas cómo afectan a tu relación con la comida

¿Te suena familiar esto? No puedes comer lácteos, harinas, nada de frutas, o está prohibido comer frutas luego de las 5pm…  Estas limitaciones, que podríamos seguir enumerando, son parte de las llamadas dietas restrictivas o dietas de moda, y tienen dos cosas en común, satanizan los alimentos y prometen que bajarás de peso muy rápido. Claro, cualquiera que deje de comer bajará de peso, pero… ¿a qué costo?

Dieta de los batidos, la dieta de los puntos, de la zona, dieta desintoxicante, dieta de la alcachofa, la piña…. la lista puede ser interminable. Todas se basan en eliminar grupos de alimentos y nutrientes en concreto. Por lo general, los carbohidratos son los primeros que eliminan la mayoría, pero también hay casos en donde las grasas e incluso ciertos tipos de proteínas son restringidas. O todos. Algunas excluyen completamente la comida real centrándose solamente en los productos que te venden. Demás está decir que son muy pocas las personas que pueden mantener una alimentación repleta de restricciones por largo tiempo. Y es que las consecuencias a nivel nutricional, físico y emocional pueden llegar a ser altas. A ti, ¿cómo ha afectado tu relación con la comida este tipo de dietas?

6 consecuencias de las dietas restrictivas

Muchas personas caen seducidas por la promesa de perder peso rápidamente que las dietas de moda profesan. Pero, la eliminación de grupos de alimentos importantes genera consecuencias en la salud y estas son algunas de las más importantes. 

1. Disminuyen la tasa metabólica

El cuerpo necesita energía para funcionar, esta energía la dan los alimentos y es lo que conocemos por calorías. El exceso de ellas nos hará subir de peso y el déficit nos hará bajar. Esta ecuación es clara. ¿Dónde está el problema? Sencillo, las dietas restrictivas tienden a disminuir mucho la ingesta calórica, por lo que la tasa metabólica (la energía mínima que necesitamos para subsistir) disminuye, lo cual puede generar consecuencias negativas para la salud en general. ¿Quieres saber cómo calcular tu tasa metabólica? No dejes de revisar nuestra calculadora TMB. 

2. Problemas gastrointestinales

Gases, estreñimiento, acidez estomacal, distensión abdominal… son problemas comunes producto de la restricción de grupos importantes de alimentos. Por ejemplo, el consumo de grasas junto a la fibra favorece el tránsito intestinal. Si las quitamos de nuestra alimentación ¿qué crees qué sucederá?

3. Debilidad y cansancio

Para afrontar el día a día necesitamos energía, pero si la ingesta de alimentos es pobre en cantidad y calidad de nutrientes te cansarás más haciendo menos, te sentirás irritable y tendrás menos vitalidad para afrontar tu día. 

4. Deshidratación

¿Sabías que el agua en exceso no es buena? Esto es algo que muchas dietas provocan. Cuántas veces escuchaste decir a alguien “si tienes hambre toma agua” Este es un gran error. Para que el cuerpo pueda aprovechar el agua necesita también electrolitos y glucosa. Si te excedes tomando agua estarás perdiendo electrolitos por la orina, y esto provocará dolores de cabeza, muy comunes en las dietas bajas en calorías, así como fatiga, debilidad, boca seca e incluso dificultad para concentrarse y procesar tareas. 

5. Periodos de hambre y ansiedad descontrolada

A una baja ingesta calórica le siguen periodos de hambre y de la conocida “ansiedad por comer”, un proceso biológico que provoca urgencia por comer, en especial alimentos ricos en hidratos de carbono. Y aunque muchos asocian esto con poca fuerza de voluntad, en realidad, se trata de un acto de supervivencia del organismo, el cual también tiene implicaciones psicológicas, haciendo que la persona se sienta mal y culpable por haber incumplido la dieta. 

6. Afectan la relación con la comida

En relación con lo anterior, se puede ver cómo estas dietas restrictivas influyen negativamente en la relación que se tiene con la comida y en la percepción de los alimentos. Los carbohidratos por ejemplo son los que tienen peor reputación entre las personas afectadas y unos de los que más satanizan, es muy común encontrar gente con carbofobia, con ideas erróneas sobre este gran macronutriente.

Una relación insana con los alimentos puede generar desórdenes alimenticios con graves implicaciones para la salud como la bulimia y la anorexia por nombrar dos de los trastornos más conocidos. 

Además de todo lo anterior, una dieta restrictiva sostenida en el tiempo puede provocar muchos más problemas como la pérdida o disminución de la masa muscular y ósea, problemas cardiovasculares, alteraciones del sistema endocrinólogo, depresión…

¿Cómo sanar tu relación con la comida?

Si has hecho dietas extremas y de moda, no eres la única, son muchas las personas que, buscando un número en la báscula, verse como alguien más o tratando de entrar en un canon de belleza establecido caen en ella. Ya hemos visto las diversas consecuencias que este tipo de dietas puede generar. Pero… ¿cómo sanar la relación tóxica con la comida que los medios y personas no preparadas han generado en ti? 

• Saca la palabra dieta de tu vocabulario: en realidad para estar sanos, bajar de peso o mantenerte no debes hacer dieta, debes aprender a comer, controlando porciones más no contando calorías.

• No hay alimentos malos: debes reeducar el concepto que tienes de los alimentos, no hay alimentos malos.  

• Elimina el sentimiento de culpa: no hay reglas u horas adecuadas, no pasa nada si comes un pan o una fruta en la noche.

• Cuida lo que comes y no te justifiques: dedica más tiempo a elegir bien tus alimentos y disfrutarlos que a justificarte con alguien más o contigo misma por comer. 

Por último, debes cambiar el enfoque de la alimentación. Piensa que comer de forma sana favorecerá tu salud, tu estado físico, tu bienestar mental y tu vitalidad. La mayor parte de las veces el peso es una consecuencia de tus hábitos, si no logras corregirlo, no dudes en pedir ayuda a un profesional. 

Hay dietas restrictivas que bien planteadas por parte de un dietista-nutricionista  con educación nutricional no tienen que ser problemáticas per se. Un ejemplo es cambiar a una alimentación vegetariana por principios éticos y seguir bien nutridos.
Lo mismo ocurre con el enfoque cetogénico nutricional, llevado de manera inteligente no debería ser ningún problema, la educación nutricional es fundamental para no tener miedo a comer carbohidratos. Al final de cuentas, los carbohidratos bien elegidos son fuente de energía y densidad nutricional. 

En La Cocina Sana nunca verás una dieta de moda. Es un espacio para aprender a comer, disfrutar de la comida sana y mejorar tu relación con la comida. Encontrarás recetas deliciosas, consejos de salud con los que podrás bajar de peso de forma saludable, mantenerte o mejorar tu composición corporal transformando tus hábitos.